Descentrada, vol. 6, núm. 2, e181, septiembre 2022 - febrero 2023. ISSN 2545-7284
Universidad Nacional de La Plata
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Género (CInIG)

Artículos de temática libre

Estudios sobre sexualidades y géneros en la Argentina: la experiencia del Área de Salud y Población del Instituto de Investigaciones Gino Germani

Almendra Lareo

Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Argentina
Joaquín Guevara

Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Argentina
Cita recomendada: Lareo, A. y Guevara, J. (2022). Estudios sobre sexualidades y géneros en la Argentina: la experiencia del Área de Salud y Población del Instituto de Investigaciones Gino Germani. Descentrada, 6(2), e181. https://doi.org/10.24215/25457284e181

Resumen: El presente artículo reconstruye los aportes que el Área de Salud y Población del Instituto Gino Germani realizó a la producción de estudios sobre sexualidades y géneros en la Argentina. Esto se hizo mediante entrevistas semiestructuradas y relevamiento de documentación. Los resultados se presentarán en tres apartados: a) introducción del Área; b) puntualización del Grupo de Estudios sobre Sexualidades; c) influencia del Área en la enseñanza de estos temas en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Se destaca la legitimidad epistemológica y de financiamiento que los estudios de salud otorgaron al desarrollo del campo de sexualidades y géneros.

Palabras clave: Salud, Población, Sexualidades, Géneros.

Studies on sexualities and genders in Argentina: the experience of the Health and Population Area of the Gino Germani Research Institute

Abstract: This article reconstructs the contributions that the Health and Population Area of the Gino Germani Institute made to the production of studies on sexualities and gender in Argentina. This was done through semi-structured interviews and documentation surveys. The results will be presented in three sections: a) introduction of the Area; b) examination of the Study Group on Sexualities; c) influence of the Area in the teaching of these subjects in the Faculty of Social Sciences of the UBA. Finally, the epistemological and financing legitimacy that health studies granted to the development of the field of sexualities and genders is highlighted.

Keywords: Health, Population, Sexualities, Genders.

1. Introducción

Investigan quienes tengan interés, capacidad y compromiso, e investigan
quienes compartan intereses, demandas, reivindicaciones y sueños con los de
los sujetos investigados (Pecheny, 2008, p. 12).

El presente artículo tiene por objetivo reconstruir las contribuciones que el Área de Salud y Población del Instituto de Investigaciones Gino Germani (IIGG) realizó a la producción de un campo de conocimientos sobre sexualidades y géneros en la Argentina, desde la creación del Área en 1990 hasta 2019.1 En primer lugar, se analizan los temas de investigación desarrollados en el Área que actuaron como “puerta de entrada” al estudio de estas problemáticas. En segundo lugar, se puntualiza sobre la experiencia del Grupo de Estudios sobre Sexualidades (GES), que funcionó en el marco del Área entre los años 2004 y 2019. El GES se caracterizó por hacer de las sexualidades y el género un tema de interés académico primordial y por articular la producción científica con el activismo político. Por último, se indaga sobre el impacto de estas investigaciones en la enseñanza de temas de sexualidades y géneros en las carreras de grado de la Facultad de Ciencias Sociales (FSOC) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), unidad académica de la cual depende el IIGG.

El trabajo se desprende del proyecto de investigación “Genealogías de los Estudios de Género, Sexualidades y Feminismos en FSOC”, radicado en la Subsecretaría de Políticas de Género de FSOC y llevado adelante desde 2019. El proyecto busca reconstruir las genealogías de las hoy denominadas agendas vinculadas a los estudios de género, sexualidades y feminismos en FSOC, desde su creación en 1988. En el marco de esta investigación surgió un primer interés por analizar los modos en que los estudios de salud,2y las asignaturas que abordan estos temas, fueron uno de los principales vectores para el ingreso de los estudios sobre sexualidades y géneros en las carreras de la Facultad. A su vez, muchxs de lxs docentes que dictan estos contenidos en las carreras son o fueron investigadorxs del Área de Salud y Población del IIGG. Fue a partir del estudio de esta relación con las investigaciones, producciones y equipos de trabajo del Área que el interés principal del trabajo pasó a ser el Área de Salud y Población en específico.

La segunda razón que motivó a que el presente artículo se enfoque en el Área de Salud y Población fue su relativa ausencia en aquellos trabajos que hacen un recorrido de la historia de los estudios de género o del llamado “feminismo académico” en la Argentina. La mayoría de la literatura disponible que ofrece un mapeo de este campo de estudios en nuestro país omite mencionar a las investigaciones desarrolladas en el Área de Salud y Población del IIGG. Femenías (2005), Barrancos (2019a), Blanco (2019) y Fernández Cordero (2019) son algunos trabajos que reconstruyen y analizan experiencias del feminismo académico en el país, pero el Área de Salud y Población no fue un objeto de interés en ellos. En Barrancos (2019b) hay un análisis de la producción de tesis de posgrado sobre mujeres, géneros y sexualidades en FSOC entre 2002 y 2011, y para explicar por qué hay una predominancia de temas relativos a las sexualidades se hace una breve mención de que el IIGG cuenta con diversos proyectos relacionados a estas problemáticas. Sin embargo, esto no se desarrolla en profundidad y tampoco se menciona explícitamente al Área de Salud y Población. En Gogna (2005) se construye un estado del arte sobre sexualidad y derechos en Argentina en donde se nombra a diversas publicaciones hechas en el marco del Área de Salud y Población. Sin embargo, no se menciona al Área, ya que el foco del trabajo está puesto sobre lxs autorxs y sus producciones, pero no en sus pertenencias institucionales. En Gogna, Pecheny y Jones (2010) se indica que el interés académico en la sexualidad emergió principalmente en las ciencias sociales y humanidades a partir de ciertas problemáticas de salud, pero tampoco se hace mención del caso del Área. De todas formas, este trabajo sí nombra al GES al hablar de los estudios sobre lesbianas, gays y trans y/o desde una perspectiva queer. A su vez, la experiencia del GES se expone en profundidad en Blanco (2020). Por último, en Torricella y Ardusso (2021) también se nombra al GES como un caso paradigmático en el estudio de las sexualidades y las disidencias en la universidad. Lo que tienen en común estos últimos trabajos que aluden al GES es que no desarrollan sobre aquellas investigaciones del Área de Salud y Población que anteceden y, en parte, explican la creación de este grupo en 2004.

En resumen, hasta ahora no parecen existir publicaciones que reconstruyan la historia del Área de Salud y Población del IIGG, que traten en profundidad sus líneas de investigación y que las vinculen de forma explícita al desarrollo de los estudios de géneros y sexualidades en FSOC en particular y/o en Argentina en general. Son varias las razones que pueden explicar esto. Una de ellas es que gran parte de las investigadoras que fundaron el Área y trabajaron en ella durante la década de 1990 no se caracterizaron por provenir de los activismos feministas o de la diversidad sexual. Este sí fue el caso de la mayoría de las experiencias desarrolladas en los trabajos antes citados. Si bien estos estudios en el Área de Salud y Población no se pensaban necesariamente como “investigaciones feministas” en sus orígenes, fueron numerosos los aportes que se hicieron a estos temas. Por lo tanto, el presente artículo se propone identificar aquellas investigaciones en el Área que contribuyeron a la construcción del campo de conocimientos sobre sexualidades y géneros como lo conocemos hoy en la Argentina.

2. Metodología

El enfoque en este trabajo es metodológico cualitativo. Este se llevó adelante a través del método biográfico, que apunta a reinsertar los sentidos individuales atribuidos a la experiencia en el contexto social en el que surgen (Kornblit y Beltramino, 2004). Para esto, se utilizaron entrevistas semiestructuradas a informantes clave y relevamiento de fuentes secundarias.

En el marco del proyecto de investigación, se realizaron durante 2019 y 2020 un total de veintinueve entrevistas a docentes, investigadorxs y autoridades de la Facultad de Ciencias Sociales, que cumplieron el rol de informantes clave para los objetivos propuestos. Se conformaron las pautas de entrevista en función de bloques biográficos, bloques académicos y bloques de gestión universitaria. Para el presente artículo se utilizó información de ocho informantes clave. Entre ellxs se encuentran investigadorxs del Área de Salud y Población, integrantes del GES y docentes de las asignaturas de grado de interés para el trabajo. Consideramos valioso incluir los nombres de lxs entrevistadxs, que pueden consultarse en un cuadro en el anexo del artículo. Para ello, enviamos un correo electrónico a cada participante para solicitarle su consentimiento. Al no ser posible asociar los fragmentos de entrevistas con las personas que los expresaron, garantizamos la confidencialidad de sus respuestas. Por otro lado, si bien el artículo no se propone reponer con exhaustividad la totalidad de los nombres propios que llevaron adelante estos estudios en el Área de Salud y Población, sí se mencionan algunas personas que se consideraron ineludibles para comprender mejor esta genealogía.

En cuanto a las fuentes secundarias, se relevaron: memorias institucionales3 e la historia de FSOC y del IIGG; planes de estudio y programas de distintas asignaturas de las cinco carreras de grado de la Facultad; curriculum vitae (CV) de investigadorxs y docentes; entrevistas y archivos audiovisuales realizadas por y a investigadorxs y docentes; listados de tesis de posgrado defendidas en FSOC; proyectos de investigación radicados en el Área de Salud y Población, sus equipos y sus financiamientos; y publicaciones de integrantes del Área, entre otras.

3. Resultados

3.1. Los estudios de salud: un campo fértil para las sexualidades y los géneros

El Área de Salud y Población se creó en 1990 dentro del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Sociales, llamado desde 1993 Instituto de Investigaciones Gino Germani. Este Instituto reunió a profesorxs, becarixs y estudiantes de las cinco carreras de la Facultad en una sola Unidad Académica desde 19884y amplió su capacidad de financiamiento gracias a la programación científica UBACYT, inaugurada en 1987.

Ana Lía Kornblit y Elsa López, ambas sociólogas de la UBA, crearon el Área desde una perspectiva de la sociología de la salud, con el objetivo de conformar equipos de investigación a partir de sus propios temas de trabajo. Al día de hoy, los equipos del Área desarrollan investigaciones sobre diversas problemáticas dentro del campo de la salud y las ciencias sociales, y su producción está acreditada en revistas científicas, premios y distinciones. A su vez, mantienen intercambios con otras universidades, centros de investigación nacionales e internacionales y colaboraciones con programas sociales, servicios de salud y organismos internacionales de derechos humanos, entre otros.

Entre 1990 y 1994, Kornblit asumió el cargo de directora del Instituto, luego de acumular experiencia en la carrera de investigadora científica (CIC) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) desde 1985. Este tramo de su recorrido profesional, como investigadora y directora del Instituto, le permitió al Área contar con los primeros subsidios de UBACYT, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Oficina Panamericana Sanitaria (OPS) para el desarrollo de sus líneas de trabajo. Posteriormente, el Área contó con financiamiento proveniente de otros organismos internacionales, como la Fundación Ford, y agencias estatales, como el Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCYT).

Desde sus inicios, el Área se conformó por dos agendas de investigación: una relacionada a los estudios de salud, que introdujo Ana Lía Kornblit, y otra sobre estudios de población y sociedad —en un principio orientada hacia la demografía social—, que venían trabajando Elsa López y Liliana Findling. En cuanto a los estudios de salud, “su investigación está fuertemente orientada a pensar y resolver problemas concretos con resultados transferibles” (Pecheny y Manzelli, 2018, p. 314), motivo por el que cuentan con apoyo en materia de financiamiento nacional e internacional, sobre todo si estos son contemplados desde la agenda de salud pública. La primera etapa en el desarrollo del Área abarcó centralmente tres temáticas sobre salud:5 el consumo problemático de sustancias en jóvenes, los aspectos psicosociales del sida y la sexualidad juvenil.

Estos tres temas estaban fuertemente signados por intereses que provenían de la formación de grado de Kornblit en el terreno de la sociología, la psicología y la medicina, y que encontraron en la corriente de la medicina social latinoamericana un camino de vasta producción sobre salud y sexualidad. En palabras de una investigadora del Área:

Contrariamente a lo que pasaba en Brasil, por ejemplo, la medicina social no tuvo en la Argentina un desarrollo muy importante ni lo tiene todavía. Lo que existía fundamentalmente eran estudios epidemiológicos, pero eran más bien estadísticos, no estudios en los que se tuvieran en cuenta los aspectos psicosociales de las vidas de las personas, además de los determinantes socioeconómicos (entrevista, diciembre de 2020).

Esta corriente crítica surge en el continente alrededor de la década de 1960 y tiene como principales características el cuestionamiento de la enfermedad como un fenómeno únicamente biológico e individual y la introducción de determinantes sociales en el análisis de las problemáticas de salud (Laurell, 1982). En estudios pioneros de otros países de América Latina, los abordajes de la medicina social permitieron la introducción del género como otro determinante social para el análisis (Iriart, Waitzkin, Breilh, Estrada y Merhy, 2002). A su vez, contribuyeron al desarrollo de la investigación científica sobre sexualidad, entendida como construcción social y proceso histórico. A través de categorías como las de reproducción social, ideología y cultura, la medicina social problematiza la sexualidad y las desigualdades de género como construcciones sociales a partir de los años ochenta, en un contexto de precarización de la salud pública a nivel regional y de incipiente impacto de la epidemia del VIH y sida. En el caso del Área de Salud y Población, la influencia de esta corriente se constata a partir de la publicación de numerosos artículos y ponencias sobre el cuidado de la sexualidad ligada al VIH y sida, y a la violencia doméstica, presentados por Kornblit en los primeros Encuentros Latinoamericanos de la Revista Social Science and Medicine.6 Además, esta académica trabajó como investigadora del equipo de Medicina y Sociedad del Instituto de Medicina Social de la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro (UFRJ) entre 1986-1991.

La cuestión del consumo problemático de sustancias en jóvenes recibió financiamiento de CONICET a partir de tres proyectos llevados adelante durante la década de 1980. Los primeros trabajos se publicaron en el libro Estudios sobre drogadicción en la Argentina: investigación y prevención(Kornblit, 1989), donde el foco estuvo puesto en la construcción social del problema y su prevención en el ámbito escolar. Quince años después, se publicó Nuevos estudios sobre drogadicción: consumo e identidad(Kornblit, 2004), un libro en el que se observa el recorrido hacia la incorporación de la identidad, la sociabilidad en espacios terapéuticos y la dimensión de la sexualidad y el VIH como categorías de análisis. De este trabajo fue partícipe la investigadora Ana María Mendes Diz y un equipo de becarixs de posgrado que contribuyeron a incorporar la dimensión de la sexualidad y el género a partir del trabajo de sus tesis.

Frente a la gravedad de la “epidemia del sida”, a partir de los años ochenta, comenzó a cobrar relevancia el rol de la investigación científica para conocer sus efectos epidemiológicos y los aspectos sociales ligados a ella. Por esto, desde estos años hasta mediados del presente siglo, el Área obtuvo un flujo importante de financiamiento de agencias locales, internacionales y de la UBA. La temática del VIH y sida fue una de las principales agendas de trabajo del Área, que introdujo Kornblit junto a las investigadoras Ana María Mendes Diz y Mónica Petracci. Por la centralidad que se le otorga a la sexualidad en el abordaje de esta problemática, la indagación en las representaciones y el estigma social que recae sobre quienes viven con el virus, el VIH y el sida funcionaron como puerta de entrada para llegar al estudio de las sexualidades disidentes a la heteronorma, específicamente la homosexualidad masculina. Para resaltar esto, Pecheny y Manzelli se preguntan:

¿cómo saber en qué medida la construcción del sida como enfermedad “de otros” se monta simbólicamente en una estructura de prejuicios sociales negativos ante la (homo)sexualidad o el consumo de drogas, y en qué medida lo hace en datos epidemiológicos sobre riesgos diferenciales? (Pecheny y Manzelli, 2018, p. 314).

La investigación social en salud abordó este y otros interrogantes cuando el VIH comenzó a figurar como problemática en la agenda pública. Los aportes de la medicina social y los estudios de género en la región confluyeron cuando se volvió necesario introducir la idea de cuerpo sexuado al debate académico y comunitario, en relación a la vivencia específica de las personas que viven con el virus.

El trabajo proveniente de dos proyectos de investigación permitió la publicación del libro Y el sida está entre nosotros: un estudio sobre actitudes, creencias y conductas de grupos golpeados por la enfermedad (Kornblit, Giménez, Mendes Diz, Petracci y Vujosevich, 1997). El eje del libro estuvo puesto en el impacto diferencial del sida en los grupos más afectados, tales como jóvenes, mujeres, gays, consumidores de drogas por vía endovenosa, trabajadoras del sexo, seropositivxs y familiares de enfermxs de sida. Además, en 1997, se registró el primer proyecto de investigación sobre homosexualidad y derechos humanos de la UBA. Este lo llevó adelante Kornblit junto a Jorge Vujosevich y Mario Pecheny, y sus resultados se publicaron en el libro Gays y Lesbianas: formación de la identidad y derechos humanos (1998). Los trabajos desarrollados por Pecheny sobre política, género, sexualidad y salud desde mediados de los noventa contribuyeron a posicionar la sexualidad como tema de interés académico al interior del Área.7 Según una de sus investigadoras, “Ana Lía [Kornblit] pudo haber entrado en la temática [de sexualidades y géneros] más con Mario Pecheny, y no era una variable que la tuviera ella” (entrevista, julio de 2020). Una parte de estos trabajos se refiere a estudios sobre las demandas y las políticas sexuales en Argentina y América Latina, junto a Mónica Petracci. Las problemáticas en torno al VIH y sida y a la homosexualidad masculina resultaron fundamentales para su desarrollo.

Resulta central mencionar la publicación del libro Sida: entre el cuidado y el riesgo (Kornblit, 2000), cuya compilación presentó tres enfoques desde donde se estudiaba el sida en las ciencias sociales hasta ese momento.8 En el libro se incorporaron trabajos sobre conductas sexuales y prácticas homosexuales y heterosexuales, realizados por Kornblit, Petracci, Mendes Diz, Vujosevich y Pecheny.

En la década de 1990, se incorporó al Área la socióloga Graciela Biagini, quien contaba con una importante experiencia de trabajo sobre aspectos sociales del sida y, posteriormente, sobre las implicancias del VIH en la salud de las mujeres. Esto se muestra en numerosos proyectos UBACYT. Uno de ellos fue “Estado y sociedad civil: la construcción social de la sexualidad y el complejo VIH/sida” (2003), que funcionó como un espacio amplio en el que sus integrantes podían indagar sobre diversas aristas de ese cruce temático.

La producción académica sobre sexualidad en jóvenes se inició, en el caso de Kornblit, con la publicación El clima social en la escuela media (Kornblit, Mendes Diz, Di Marco, Frankel y Bilyk, 1988), donde la investigadora comenzó a otorgarle relevancia a la dimensión sexuada de esta población. A partir de ahí, el estudio culminó en un libro llamado Modelos sexuales en jóvenes y adultos (Kornblit y Mendes Diz, 1994). Sobre esto, una investigadora del Área afirmó que el libro “tuvo gran repercusión en los medios y se discutió mucho con las otras personas formadas en estas temáticas de centros importantes de investigación, como el CEDES o el CENEP, en presentaciones del trabajo en encuentros científicos” (entrevista, diciembre 2020).

Luego de esos primeros trabajos, las investigadoras Kornblit y Petracci obtuvieron financiamiento de la OMS para realizar una investigación sobre acoso sexual en el ámbito laboral, cuyos resultados se condensaron en el libro El acoso sexual en el escenario laboral(Kornblit y Petracci, 1997). También, junto a Mendes Diz, llevaron adelante un estudio acerca de las representaciones sociales de la masculinidad y la paternidad (Kornblit, Mendes Diz y Petracci, 1997; 1998).

La otra agenda de investigación, que creció en simultáneo con la de salud, es la que trabajaron Elsa López y Liliana Findling sobre estudios de población y demografía. López comenzó su trabajo de investigación sobre anticoncepción y fertilidad de las mujeres en las políticas de población desde su tesis de maestría en demografía. Por su parte, Findling lo hizo a partir del estudio del sistema de salud y las estrategias de cuidado de las mujeres, su salud reproductiva y sus familias. Durante los años noventa, ambas centraron sus investigaciones en una temática amplia que les permitió avanzar en una diversidad de trabajos sobre las desigualdades en el cuidado-atención-prevención de la salud reproductiva de las mujeres. Desde sus inicios en el Área hasta la actualidad, continúan dirigiendo en conjunto proyectos de investigación UBACYT, además de realizar numerosas publicaciones al respecto.9 Un estudio central fue una investigación que apuntó a conocer las desigualdades en el cuidado y la percepción de morbilidad de las mujeres en particular y de la población argentina en general, a partir de metodologías de investigación cualitativas y cuantitativas.10Posteriormente, el análisis acumulado en torno a la reproducción y la familia se incorporó a un trabajo más amplio sobre desigualdades sociales y políticas públicas. En 2004, López y Findling obtuvieron financiamiento para realizar la primera medición de los indicadores contemplados en el diseño del Programa Nacional de Salud Reproductiva y Procreación Responsable en las provincias de Catamarca, Corrientes, Formosa y San Juan.11 En estos años, la incorporación de becarixs doctorales a los distintos proyectos de investigación fue clave para el desarrollo de esta agenda.

Sobre la temática de salud reproductiva, resultan fundamentales las contribuciones que la socióloga Susana Checa hizo en relación al derecho al aborto y la dimensión de la sexualidad ligada a la autonomía corporal. Esta académica trabajó la temática entre proyectos UBACYT y seminarios de grado en Sociología. Algunos de sus resultados se publicaron en el libro Abortos hospitalizados; un problema de salud pública, una cuestión de derechos reproductivos(Checa y Rosenberg, 1996). Este estudio se amplió en una compilación denominada Realidades y coyunturas del aborto: entre el derecho y la necesidad(Checa, 2006), donde participaron diversxs investigadorxs y activistas en el tema.

Las Jornadas Nacionales de Debate Interdisciplinario en Salud y Población se crearon en 1994 y, al día de hoy, son la principal actividad del Área. Son un evento bienal que crearon las investigadoras Ana Lía Kornblit, Elsa López, Liliana Findling, Mónica Petracci y Ana María Mendes Diz con la intención, entre otras tantas, de compartir y reflexionar sobre el trabajo acumulado en esos primeros años. Según una de sus investigadoras, “las jornadas tienen el desafío de dialogar entre la academia y otras experiencias, como servicios de salud, lo que resulta interesante porque no es un evento académico sino un debate de trabajo entre experiencias” (entrevista, julio de 2020). Esta propuesta de debate interdisciplinario permite participar de las Jornadas a trabajadorxs de la salud, activistas, estudiantes de distintas universidades, trabajadorxs estatales e investigadorxs radicadxs en otros institutos. De cuatro ejes temáticos que organizaron la primera edición en 1994, se pasó a quince durante la última edición en 2020, en la que se presentaron más de 219 ponencias.12

Además del carácter interdisciplinar y del crecimiento en la cantidad de participantes, la diversidad de temáticas que conforman los ejes de trabajo de las jornadas se amplió considerablemente. En la primera edición se organizaron tres mesas: una sobre políticas de población y salud, otra sobre modelos de prevención en salud y la tercera sobre sexualidad y salud reproductiva. Durante la primera década del presente siglo se observa un crecimiento específico de las temáticas vinculadas a sexualidades y géneros en las mesas que abordan distintas dimensiones de esta agenda desde el campo de la salud. Esto se vio en la incorporación de los debates por la Ley de Matrimonio Igualitario (2010), por entonces una conquista reciente; de los consensos sociales para llegar a una Ley de Identidad de Género (2012); y de la agenda por el derecho al aborto.

Esta diversidad temática de las agendas del Área se apoyó en el crecimiento de las tesis de posgrado sobre sexualidades y géneros defendidas entre 2006 y 2014, en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en donde predominaron temáticas sobre derechos sexuales y reproductivos.13 Esto refuerza la idea de que el campo de los estudios de salud fue una importante puerta de entrada para el ingreso de estas temáticas en la Facultad. La mayoría de lxs becarixs del Área de Salud y Población, específicamente quienes trabajaron la salud ligada a la sexualidad y/o al género, fueron dirigidxs por las investigadoras que dieron impulso a la creación y primera década de existencia del Área, protagonistas de este apartado. En relación a esto, una investigadora explica:

Todos los trabajos de investigación que yo encaré siempre fueron llevados adelante por equipos que incluían becarios de grado y posgrado e investigadores en formación. Es por eso que dirigí un número importante de tesis de maestría y doctorado, porque cada uno de los participantes del equipo desarrollaba un aspecto de los proyectos, que constituía el tema de sus becas (entrevista, diciembre de 2020).

Esto da cuenta no solo de la transferencia de conocimientos científicos y la formación en recursos humanos que conllevó la dinámica de trabajo del Área desde sus inicios, sino que también explica su permanencia en el tiempo. Algunas de las investigadoras que propiciaron la creación del Área fueron quienes dirigieron a numerosxs becarixs que trabajaron en sus tesis temáticas sobre derechos sexuales y reproductivos; educación sexual en las escuelas medias; VIH, sida y conductas sexuales; maternidades e identidad de género; y cuidados durante el envejecimiento, entre otras.

3.2. El clímax de un recorrido: el Grupo de Estudios sobre Sexualidades (GES)

En 2004, comenzó a funcionar en el Área de Salud y Población el Grupo de Estudios sobre Sexualidades (GES). Formalmente, el grupo se creó en 2006. En palabras de una investigadora del Área, su creación “respondió al interés de muchas personas ligadas al Instituto de profundizar temas vinculados a la sexualidad, especialmente a las sexualidades no hegemónicas y al género, atravesados por lo social” (entrevista, diciembre de 2020).

La conformación del GES condensó una tendencia de crecimiento de temas sobre sexualidades y géneros en el Área de Salud y Población. Como se vio en el apartado anterior, hasta entonces, estos estudios se abordaban como dimensiones de análisis de temáticas más amplias o eran emergentes en diversas líneas de investigación que se desarrollaban en el Área, pero los proyectos no se centraban exclusivamente en ellos. Con la creación del grupo, varixs investigadorxs hicieron de los estudios sobre sexualidades y géneros un tema de interés académico en sí mismo, con un espacio propio de discusión. Acerca de esto, una investigadora observa:

yo creo que fue muy importante [la creación del GES] por la posibilidad de avanzar en el desarrollo de investigaciones sobre temas no explorados, y porque permitió a mucha gente que tenía intereses personales en el tema, la posibilidad de estudiarse a sí mismos y estudiar al mismo tiempo de un modo más despersonalizado la temática (entrevista, diciembre de 2020).

Si bien funcionó en el marco del Área de Salud y Población, el GES tuvo autonomía, con reuniones independientes del Área. Del grupo participaron tanto investigadorxs del Área como personas que provenían de otros centros de investigación o, incluso, personas que no provenían de la academia.14

El GES estuvo conformado mayormente por tesistas y directorxs de posgrado. Durante estos años, los recientemente creados posgrados en ciencias sociales tuvieron un rol fundamental en la producción de conocimiento, en general, y en la producción de conocimiento en géneros y sexualidades, en particular (Barrancos, 2019a; 2019b). La carrera de posgrado en ciencias sociales más grande del país es el Doctorado en Ciencias Sociales de FSOC, que se creó en 1998. Durante la primera década del presente siglo, su cantidad de inscriptxs creció exponencialmente, lo que aumentó la elaboración y defensa de tesis de doctorado. Como se mencionó en el apartado anterior, una importante cantidad de estas tesis se vincularon a temas sobre sexualidades y géneros, y muchxs de lxs autorxs de estas tesis eran becarixs del Área de Salud y Población o estaban dirigidxs por investigadorxs de ahí. A su vez, varias de estas personas eran integrantes del GES.

La producción de tesis fue uno de los aspectos que más dinamizó al grupo durante sus años de mayor actividad y que hizo gravitar sus encuentros quincenales. Entre 2008 y 2016, un total de catorce tesis de posgrado fueron defendidas por miembros del GES durante su participación en el grupo (Blanco, 2020). Los temas de investigación de estas tesis fueron sobre diversas problemáticas de salud sexual y reproductiva, la unión civil y el matrimonio igualitario, la prostitución, las familias diversas, las identidades trans, la regulación sexo-genérica en la universidad, el género y la corporalidad en la prensa gráfica, entre otros. Esta diversidad temática respondió a intereses que provenían de agendas, tanto del movimiento feminista como de la diversidad sexual, algo que una integrante del GES remarca:

¿Qué viene a plantear el GES? El GES nunca dejó de plantear preguntas. Ante todo, una de sus principales propuestas fue proyectar o programar coaliciones entre una multiplicidad de movimientos. Primero, entre saberes militantes y saberes académicos. Otro fuerte fue entre feminismos y disidencias sexuales, en especial, con gays y travestis. Más adelante, con masculinidades trans. Una limitación que presentó, y sería largo de explicar, fue que no sucedió lo mismo con las colectivas lésbicas. También reunía condiciones para la apertura con las trabajadoras sexuales, en donde se movió con un fuerte compromiso. Todo se discutía y luego se armaban grupos de estudio. El GES tuvo esas características, se realizaban acciones políticas desde un espacio bastante rígido, poco comprometido y disciplinante como es la academia hegemónica. Mis compañerxs intervinieron activamente durante los proyectos de Ley de Matrimonio Igualitario armando informes para la Cámara de Diputados. Lo mismo hicieron con la Ley de Identidad de Género y con el aborto voluntario. [...] En suma: consistió en armar articulaciones con movimientos, llevar los debates académicos a los movimientos, tomar de los movimientos discusiones, en un ida y vuelta (entrevista, noviembre de 2019).

En relación a la última parte de la cita, si bien fue un grupo académico, una de las principales características del GES fue su apertura a debates y sucesos externos a la universidad. Continuando con las palabras de la entrevistada:

Fue una experiencia abierta en una academia sumamente cerrada, eso es sumamente novedoso con participantes de distintas disciplinas, mejor dicho, interdisciplinario, aunque pesó básicamente la ciencia política y sociología. Además, circuló todo tipo de persona que tampoco provenía de la academia. Eso sí, había un techo que consistía en trabajar en torno a sexualidades y géneros. A mí me retrotrajo a lo que eran las cátedras independientes, las cátedras nacionales en la década de los ’70. [...] Era todo mucho más abierto, me resultó muy fresco. Con mi intervención en el GES a lo largo de más de once años me reconcilié enormemente con esa academia que estaba necesitando, una academia que fuese más política y una academia que fuese más activista también (entrevista, noviembre de 2019).

La articulación entre el trabajo académico y el activismo fue una singularidad del GES que se expresó a través de diversas intervenciones. Cómo se lee en las citas de la entrevistada, el grupo elaboró un informe que luego fue compartido a legisladores nacionales durante los debates por el matrimonio igualitario.15 También organizó un total de catorce paneles de articulación y debate en relación con la ley de identidad de género, las discusiones entre el trabajo sexual, prostitución y trata, el matrimonio igualitario, los femicidios y la violencia de género, el aborto y la investigación sobre sexualidades e interseccionalidad. De ellos participaron academicxs, expositorxs provenientes de las organizaciones y colectivos involucrados y legisladorxs.16

Figura 1
Ruidazo por la igualdad de derechos
Ruidazo por la igualdad de
derechos

Intervención organizada por el GES durante los debates por el matrimonio igualitario. Esquina del IIGG, 13 de julio de 2010.

Foto: Silvio Nioi.

Figura 2
Hacia una Ley de Identidad de Género
Hacia una Ley de Identidad de Género

Panel organizado por el GES en 2010. Panelistas: Diana Sacayán, Daniela Castro, Marlene Wayar, Claudia Puccini, Lohana Berkins, Marcela Romero, Alba Rueda y Mauro Cabral.

Fuente: SentidoG.com - Portal de noticias LGBT para Iberoamérica.

Por último, el GES se destacó por el gran volumen de publicaciones que dejó en su historia. Además de las tesis de posgrado mencionadas y de los múltiples artículos y otras publicaciones de sus integrantes, se publicaron cuatro libros colectivos escritos en el marco del grupo.17 Todas estas producciones expresan la notable contribución que el GES hizo a la construcción de un campo de estudios en géneros y sexualidades en nuestro país.

Finalmente, con el pasar de los años, el grupo perdió dinamismo y fue disuelto oficialmente en 2019. Sobre esto, una entrevistada señaló:

No sé bien cuál fue la evolución del grupo que lo llevó a pensar en su disolución tras quince años de trabajo conjunto, pero tal vez hubo un cambio de época que hizo que no fuera relevante ese espacio, teniendo en cuenta que existen actualmente otros espacios legitimados para poder expresarse, por lo que tal vez no había necesidad de un grupo específico sobre estudio de sexualidades (entrevista, diciembre de 2020).

Este es un posible análisis sobre el derrotero del GES en sus últimos años de actividad. Parecería que el grupo tuvo un gran desarrollo en momentos de menor exploración de temas sobre sexualidades y géneros a nivel general. Sin embargo, una vez que estos temas se masificaron de forma vertiginosa en la sociedad argentina —sobre todo a partir de 2015 con la primera movilización del “Ni Una Menos”— y comenzaron a ser explorados en numerosos espacios académicos, el GES perdió parte de su novedad y potencia.

3.3. La vuelta al grado

Las producciones del Área de Salud y Población impactaron en la introducción de contenidos sobre géneros y sexualidades en las carreras de grado de la Facultad de Ciencias Sociales. Esto sucedió fundamentalmente por: 1) la iniciativa de investigadorxs del Área para su inclusión en las cátedras a las que pertenecen; 2) el dictado de seminarios y materias optativas específicas por parte de integrantes del Área; 3) la incorporación de contenidos relativos a géneros y sexualidades en asignaturas de las que no participaban miembros del Área, pero cuya bibliografía sí es de su autoría.

Estos procesos se constatan principalmente en la carrera de Sociología, pero también en Trabajo Social y Ciencias de la Comunicación. Es así por ser disciplinas que en sus planes de estudio se acercan en mayor medida a temáticas de salud y/o por ser carreras en donde varixs de sus docentes ejercen como investigadorxs del Área. Una de las primeras asignaturas en trabajar temas de sexualidades en la Facultad fue el seminario de investigación “Sida y Homosexualidad”, dictado por Ana Lía Kornblit entre 1995 y 1998 en la carrera de Sociología. Una docente del seminario cuenta:

Llegamos a interesarnos por el tema de las sexualidades no hegemónicas, fundamentalmente a partir de las investigaciones en sida. Hasta ese momento todo lo que tenía que ver con la homosexualidad, por ejemplo, no figuraba entre las temáticas que se trabajaban en el Instituto (entrevista, diciembre de 2020).

Los contenidos de este seminario se desprendieron de la ya mencionada investigación que Kornblit llevó adelante junto a Pecheny y Vujosevich sobre homosexualidad y derechos humanos. A su vez, la entrevistada reflexiona: “Ahí todavía no estaba creado el Grupo sobre Estudios de Sexualidad y el seminario convocó a muchas personas de diversas procedencias interesadas en la temática, muchas de ellas atravesadas personalmente por ella” (entrevista, diciembre 2020).

Asimismo, Kornblit fue titular de “Psicología Social”, materia obligatoria de Sociología, desde 1998 a 2006. Durante estos años, se conformó un equipo de cátedra con investigadorxs y becarixs del Área de Salud y Población. La materia abordó las principales teorías que vinculan psicología y teoría social, teorías psicoanalíticas y del psiquismo individual, teorías de la subjetividad y estudios culturales y, finalmente, estudios del cuerpo sexuado a partir de enfoques de género. Una docente de la materia relata:

A nosotros nos interesó recuperar ciertos aspectos de la sociología cualitativa estadounidense, especialmente la escuela de Chicago y el movimiento del construccionismo social, que no tenían lugar en la currícula de los estudios de la carrera en esa época. Una dimensión de la materia era esa, otra la de los estudios de género y otra la de temas más clásicos de la psicología social como actitudes, prejuicios y estereotipos (entrevista, diciembre de 2020).

Otras de las asignaturas a destacar son los distintos seminarios dictados por Susana Checa en Sociología desde la década de 1990.18 Estos abordaron problemáticas de embarazo y maternidad adolescente, interrupción voluntaria del embarazo, calidad de atención en salud desde una perspectiva de género y derechos, entre otros. Estos seminarios se vincularon con los proyectos de investigación UBACYT en derechos sexuales y reproductivos que históricamente Checa llevó adelante y se vieron en apartados anteriores.

Al igual que Kornblit y Checa, Graciela Biagini19 y Elsa López20 dictaron seminarios en Sociología vinculados a sus temas de investigación radicados en el Área de Salud y Población. En definitiva, problemáticas como el VIH y el sida, el aborto, los derechos reproductivos, las desigualdades en salud, las prácticas preventivas, las estrategias familiares en cuidados y otras vistas en los seminarios mencionados fueron vectores fundamentales para la enseñanza de temas sobre sexualidades y géneros en el grado.

Desde 1996, se dictan las materias optativas que conforman la orientación en Sociología de la Salud, una de las orientaciones con las que cuenta la licenciatura y cuyos equipos de cátedra son mayormente investigadorxs del Área de Salud y Población. Estas son “Sociología de la Salud I”, “Sociología de la Salud II” (hoy “Políticas de salud”) y “Perspectivas teórico-metodológicas en el campo de la salud”. Originalmente, las materias estuvieron a cargo de Susana Checa y Graciela Biagini, mientras que hoy en día su titular es Mario Pecheny. Son materias que históricamente se caracterizaron por abordar temas sobre VIH, salud sexual y derechos reproductivos, trabajadas a partir de las publicaciones de sus integrantes.

En cuanto a las otras carreras, hacia 1997 en Ciencias de la Comunicación se observa el ingreso de temas sobre sexualidades y géneros en la materia obligatoria “Técnicas de investigación de opinión pública y mercado”, en donde Mónica Petracci se desempeña como docente.21 En Trabajo Social se dictó, desde la década de 1990, el seminario “Sida, aspectos sociales, políticas e intervenciones sociales”, que tuvo por docentes a Graciela Touzé y Diana Rossi, entre otrxs. Desde 2012, este seminario se convirtió en una materia electiva llamada “Epidemias y ciudadanía: fundamentos, políticas e intervenciones sociales”. Se identificó que desde 2004, por lo menos, la asignatura dicta contenidos sobre sexualidades y géneros, y sus programas cuentan con importante bibliografía de investigadorxs del Área de Salud y Población.22

A su vez, en Trabajo Social la materia “Antropología Social II” cumplió un rol significativo en la introducción de temas sobre sexualidades y géneros en la formación de grado, tanto la cátedra a cargo de la trabajadora social Estela Grassi —cuya titular hoy es María Carman— como la de la antropóloga Mabel Grimberg —hoy en día cátedra Lacarrieu—. En la década de 1990, Ana Domínguez Mon fue docente en la cátedra de Grassi. Como investigadora del Área trabajó el cruce entre VIH/sida y género. Según una docente de la cátedra:

Ana era la que más trabajaba ese tema [VIH], sobre todo porque ella trabajaba en el área de salud. Y bueno, también esos eran momentos en los que emergen problemáticas muy fuertes ligadas a la cuestión de la salud, el género, la “acusación” a los gays y sus relaciones por la expansión de la enfermedad. Eran momentos en que estos temas emergían y era necesario tratarlos. Obviamente la materia se prestaba y había que tratarlos [...] [Ana Domínguez Mon] estuvo muchos años en la cátedra, de manera que naturalmente íbamos conformando los programas en relación al conjunto de intereses del equipo [...] incorporando materiales más nuevos. En algún momento tuvimos, ya no me acuerdo qué bibliografía, pero sí teníamos alguna sobre las definiciones de género, complejo sexo-género. Siempre incorporamos esos temas (entrevista, noviembre de 2020).

En la otra cátedra de esta materia se dictan desde 2004 dos unidades sobre género, subjetividad y salud. Los contenidos de estas unidades, que continúan al día de hoy, giraban en torno a la teoría de género, sexualidad ligada al VIH, masculinidades, población travesti-trans, gay y lésbica, entre otros temas, y también cuentan con bibliografía de investigadorxs del Área.23 Una docente de la cátedra cuenta:

Esa es una de las primeras como semillas diría yo, y que está muy invisibilizada, de materias que dan temáticas de género. La unidad se llama género, son dos unidades, que la da Victoria Barreda. Que para aquellos que han cursado trabajo social, o sea cuando vos les preguntas, recuerdan esa materia como una de las únicas que daban género (Entrevista, octubre de 2019).

El impacto del Área de Salud y Población en la enseñanza de temas sobre sexualidades y géneros en las carreras de la Facultad continuó en años más recientes de la última década. Un ejemplo es la materia electiva de Trabajo Social “Problemática de la salud mental en la Argentina”, cuya titular es Silvia Faraone. El equipo de cátedra forma parte del Grupo de Estudios sobre Salud Mental y Derechos Humanos, radicado en esta Área. Actualmente, este grupo viene trabajando los cruces entre la salud mental y el género, un interés que también se evidencia en los programas más recientes de la materia.

La estructura piramidal sobre la que se organizan las cátedras permitió un tipo de introducción de contenidos sobre sexualidades y géneros a la enseñanza de grado. Esto se relaciona con la inserción de la generación de becarixs, dirigidxs por las primeras investigadoras del Área, como auxiliares de las distintas asignaturas que se mencionaron en este apartado. Así, en algunos casos, la introducción de temas sobre sexualidades y géneros ligados a la salud se realizó a través de bibliografía incorporada “desde abajo” a partir de sus publicaciones y trabajos de tesis. A su vez, la dinámica de trabajo del Área, caracterizada por la producción colectiva de conocimientos, contribuyó a mitigar la lógica vertical de las cátedras de grado y facilitó aún más la introducción de estos contenidos.

Algunxs investigadorxs del Área pertenecientes a esta generación más reciente están entre quienes hoy en día más promueven los contenidos sobre sexualidades y géneros en algunas carreras de la Facultad. Esto expresa cómo el Área de Salud y Población y el Grupo de Estudios sobre Sexualidades fueron un “semillero” para muchxs de lxs docentes e investigadorxs que hasta hoy continúan impulsando estas agendas en la Facultad de Ciencias Sociales, a través de la docencia, de la investigación y de la formación de nuevas generaciones de investigadorxs.

4. Reflexiones finales

Para recapitular, en el primer apartado de la sección de resultados se introdujo el Área de Salud y Población y las investigaciones allí desarrolladas que funcionaron como puerta de entrada para el estudio de sexualidades y géneros. Durante la década de 1990, estas investigaciones fueron fundamentalmente sobre problemáticas de consumo de sustancias, el VIH y el sida, sexualidad en jóvenes, estudios de población, estrategias de cuidado y salud reproductiva. En el segundo apartado se analizó la experiencia del GES, un espacio que condensó el interés de investigadorxs en ahondar sobre los estudios de sexualidades y géneros y en su articulación con el activismo político. Por último, en el tercer apartado se describió cómo los trabajos del Área influyeron en la enseñanza de estos temas en las carreras de grado de FSOC. El objetivo que organizó este trabajo fue el de analizar las condiciones de producción —institucionales y epistemológicas— de la investigación social del Área de Salud y Población para dilucidar las contribuciones que realizaron estos estudios al campo de conocimientos sobre sexualidades y géneros en Argentina.

Una primera reflexión que se desprende del análisis es sobre la marca de la medicina social latinoamericana en el desarrollo del Área de Salud y Población. Como se dijo, en investigaciones pioneras de otros países los enfoques de la medicina social permitieron la introducción del género como un determinante social para el análisis de las problemáticas de salud. Sostenemos que este mismo proceso es el que se constata con los estudios sobre sexualidades y géneros en el Área de Salud y Población del IIGG.

Fue a partir de la psicología social que los trabajos llevados adelante por Kornblit sobre consumos problemáticos de sustancias, aspectos psicosociales del VIH/sida y sexualidad juvenil se inscribieron en el campo de la medicina social. Estos estudios permitieron integrar la dimensión subjetiva y los factores culturales que hacen a la sociabilidad en los primeros temas de salud que se comenzaron a investigar en el Área. En palabras de Pecheny y Manzelli, “los temas de salud resultan un importante eje para pensar la relación entre lo micro y lo macro en ciencias sociales” (Pecheny y Manzelli, 2018, p. 313) y contribuyen a combinar distintas estrategias teórico-metodológicas en función de los objetos de estudio.

A su vez, podemos afirmar que existió una sinergia alrededor de la producción de conocimientos sobre las tres temáticas de salud. Los primeros trabajos sobre sexualidad en jóvenes permitieron introducir el estudio de los aspectos psicosociales del sida en esta población y, como consecuencia, indagar en sus prácticas sexuales en general y en la homosexualidad masculina en particular. Además, los estudios sobre consumos problemáticos de sustancias y sobre VIH comparten una misma perspectiva metodológica: el análisis de los impactos diferenciales que recaen sobre usuarixs y consumidorxs en función de la clase, edad, nivel socioeconómico, sexo y, posteriormente, género y orientación sexual. Este abordaje integral resultó central para potenciar los desarrollos de las tres temáticas de salud, muchas veces, de manera simultánea, donde los resultados obtenidos en un proyecto de investigación eran de utilidad para avanzar en otros.

Por otro lado, consideramos importante poner en discusión el rol de las Jornadas Nacionales de Debate Interdisciplinario en Salud y Población. No sólo fue un reflejo del crecimiento de investigaciones sobre sexualidades y géneros —acontecido desde principios del presente siglo a partir de las tesis doctorales de integrantes del Área—, sino también un espacio que promovió vínculos cooperativos entre distintos actores pertenecientes a la agenda de salud pública. Este intercambio produjo, según una de sus investigadoras, “un fuerte impacto tanto en las políticas de cada una de las agendas como también de las políticas públicas” (IIGG, 3 de septiembre de 2020, 32m04s). Así, el carácter cooperativo entre actores y su incidencia en la agenda científica resuenan como una impronta posible de estas jornadas. Estas “aportan visibilidad a numerosos aspectos de la vida que se encuentran relegados al ámbito privado y que, por este hecho, se sitúan fuera del alcance de los debates públicos” (Pecheny y Manzelli, 2018, p. 325), sin dejar de llevar estos debates y reivindicaciones conjuntamente con sectores activistas, estatales y de organismos internacionales.

Como se vio en la introducción, los estudios desarrollados en el Área no eran pensados como “investigaciones feministas”, por lo menos durante sus primeros años de vida. Las investigadoras que los llevaron adelante no se caracterizaban por provenir de estos activismos, como sí sucedía con otras experiencias de la academia feminista en la UBA y en el país. No fue hasta la creación del GES que la interrelación con los movimientos feministas y de la diversidad sexual se puso de relieve y las investigaciones comenzaron a ser interpretadas en esa clave. Podríamos decir que es justamente esta articulación con el activismo la que diferenció a las investigaciones discutidas en este grupo de otros trabajos sobre sexualidades y géneros llevados adelante en la órbita del Área.

De todas formas, los estudios del Área sí se caracterizaron por la cooperación entre actores y por su incidencia en las agendas de la salud pública. Esto fue un punto de apoyo central para contar con numerosos subsidios nacionales e internacionales que, colateralmente, contribuyeron al desarrollo de todo un campo de conocimientos sobre sexualidades y géneros. Como afirman Pecheny y Manzelli (2018), en el ámbito académico regional, gran parte de los estudios de géneros y sexualidades se desarrollaron gracias a la legitimidad provista por los temas de salud. En definitiva, la experiencia del Área verifica que los estudios en salud no sólo fueron una puerta de entrada al estudio de problemáticas sobre sexualidades y géneros, sino también una oportunidad para su legitimidad epistemológica y de financiamiento. Esto permitió que el Área de Salud y Población del IIGG realizara contribuciones significativas a la producción de conocimientos en estos temas en la Argentina.

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Anexo

Cuadro 1
Listado de personas entrevistadas
Listado de personas entrevistadas
Fuente: Elaboración propia

Notas

1 Se definió este recorte porque 2019 es el año de disolución del GES y engloba todas las asignaturas que se mencionan en el apartado sobre grado.
2 Por “estudios de salud” nos referimos a los estudios en ciencias sociales que hacen del abordaje de la salud su objeto de investigación. Como señalan Pecheny y Manzelli (2018), los vínculos entre las ciencias sociales y la salud han sido abordados desde numerosas perspectivas. En el trabajo se destaca el enfoque crítico de la medicina social latinoamericana, corriente que fue de gran influencia en investigaciones del Área de Salud y Población.
3 Entendemos por memoria institucional al conjunto de activos tangibles y activos intangibles que recuperan el capital intelectual, las trayectorias, las transferencias de conocimientos, las acciones y los objetivos de una determinada institución, área y/o instituto (OMS, 2018).
4 Año en el que se crea la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
5 La relevancia de estas temáticas emergió como parte de la agenda de sectores estatales, de la sociedad civil y organismos internacionales dentro del campo de la salud pública desde la década de 1980.
7 Sus trabajos se encuentran en su perfil de CONICET: https://www.conicet.gov.ar/new_scp/detalle.php?keywords=&id=29661&libros=yes
8 La primera referida a los estudios en población en general, la segunda sobre estudios de población afectada y la tercera desde un enfoque de prevención y derechos humanos.
9 Las publicaciones se pueden encontrar en la página web del Área: http://areasalud.sociales.uba.ar/
10 Estudio financiado a partir de tres proyectos UBACYT: “Salud reproductiva, prácticas preventivas y acciones públicas: un estudio en la Ciudad de Buenos Aires” (2001), “Desigualdades en salud: de la evidencia a los hechos” (2004) y “Estrategias reproductivas, trabajo y salud: claves para entender las desigualdades” (2007).
11 Para obtener más información sobre este proyecto, ingresar a: http://cenep.org.ar/areas_tematicas/salud/11.html
12 La cantidad de ponencias presentadas y expuestas en la última edición de las Jornadas se puede revisar en su programación institucional: https://jornadassaludypoblacion.sociales.uba.ar/wp-content/uploads/sites/108/2020/08/Programa-Jornadas-IIGG.pdf
13 El listado de tesis defendidas se encuentra disponible en la página web de la facultad: http://www.sociales.uba.ar/posgrados/doctorado/. Se realizó un análisis en detalle de las tesis defendidas entre 2003 y 2014 para otro trabajo hecho en el marco del proyecto de investigación, aún sin publicar. Allí se especifica que, a partir de 2006, un porcentaje de las tesis de doctorado comenzaron a estar relacionadas con temáticas de géneros y sexualidades; el pico fue en 2009 con un 25,7 % y el promedio de todo el período fue de 10,3 %.
14 En la carta al Comité Académico del IIGG en la que solicitó la creación del grupo (citada en Blanco, 2020), figuran entre sus miembrxs fundadorxs Mario Pecheny, Daniel Jones, Carlos Figari, Hernán Manzelli, Micaela Libson, Renata Hiller, Laura Zambrini, Josefina Brown, Patricia Scwhartz, “Malu” Aluminé Moreno y Sara Barrón López. Además de lxs recién nombradxs, fueron numerosas las personas que integraron el grupo con el pasar de los años.
15 Se elaboraron dos informes: una versión completa que se presentó ante legisladores nacionales (https://carlosfigari.wordpress.com/2010/06/05/per-scientiam-ad-justitiam/), y una versión reducida que se circuló para juntar adhesiones (https://carlosfigari.wordpress.com/2010/01/14/manifiesto/). Ambos enlaces corresponden al WordPress personal de Carlos Figari, integrante del GES.
16 Los nombres de los paneles, así como el detalle de las catorce tesis de posgrado defendidas durante la participación en el GES, se pueden encontrar en la ponencia escrita por Rafael Blanco (2020) sobre este grupo, del cual fue parte.
17 Figari, Jones, Libson, Manzelli, Rapisardi y Sivori (2005); Jones, Libson y Hiller (2006); Pecheny, Figari y Jones (2008); Jones, Figari y Barrón López (2012).
18 En 1996, comenzó a dictar “Embarazo adolescente, aborto y derechos reproductivos”; en 2006, “Embarazo y maternidad en la adolescencia: un estudio sobre historias reproductivas familiares de mujeres adolescentes de sectores populares urbanos"; y, por último, desde 2012 y hasta la fecha, el seminario "Calidad de la atención de salud adolescente desde una perspectiva de género y derechos".
19 En 1999, dictó el seminario “Sociedad civil y salud: el caso del VIH/sida”. Hacia 2009 dictó, junto a Marita Sánchez, el seminario de investigación "Movimientos sociales y salud: ¿otras formas de activismo?", que abordó la problemática del derecho al aborto.
20 En 2007, dictó el taller de investigación anual “Población y Sociedad: Desigualdades en salud”. En 2012, el seminario cambia su nombre a “Salud y estrategias reproductivas”; y, en 2017, vuelve a cambiar a “Población y Sociedad. Mujeres, Cuidados, Salud y Familias”.
21 Primero como adjunta y en años más recientes como titular. En los programas de la materia a lo largo de los años se pudo identificar bibliografía sobre sexualidades y género, con textos de su autoría.
22 Se observa bibliografía de Ana Lía Kornblit, Graciela Biagini, Ana Domínguez Mon, Mónica Petracci, Silvia Faraone y, en años más recientes, de Daniel Jones, Mario Pecheny y Hernán Manzelli.
23 En 2014 se incorporan capítulos de Todo sexo es político: estudios sobre sexualidades en Argentina (Pecheny, Figari y Jones, 2008), uno de los libros escritos en el marco del GES. También, en 2020, se incorpora otro texto sobre sexualidades con autoría de Pecheny.

Recepción: 22 Diciembre 2021

Aprobación: 30 Mayo 2022

Publicación: 01 Septiembre 2022

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