LECTURAS CRÍTICAS / CRITICAL READINGS
Mabel Alicia Campagnoli
CInIG
- Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales
(UNLP-CONICET).
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
(FaHCE).
Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Argentina.
mabelcampagnoli@yahoo.com.ar
Cita sugerida: Campagnoli, M. (2017). [Revisión del libro
Cuerpos en escena. Materialidad y cuerpo sexuado en Judith Butler y Paul B. Preciado por M. Mauro Rucovsky]. Descentrada, 1(1), e013. Recuperado de http://www.descentrada.fahce.unlp.edu.ar/article/view/DESe013
El libro Cuerpos en escena brinda una exégesis de las propuestas teóricas de Judith Butler y de Paul B. Preciado sobre los cuerpos sexuados, su articulación con el género y la problemática relación entre materialidad y lenguaje. Luego de caracterizar la teoría performativa de Butler, se detiene en las críticas que Preciado le realiza al considerarla meramente discursiva y desapegada del cuerpo, para mostrar su inexactitud. Muestra, en todo caso, cómo el filósofo continúa la perspectiva butleriana al desarrollar modos contemporáneos de incorporación tecnológica del género y aportar así un análisis de la tecnología del género como proceso de fijación orgánica.
Sin embargo, después de esta comparación, el texto analoga ambas visiones en un punto común, la crítica trans, que aunque de distintas maneras, le cabría por igual a las dos teorizaciones: “la equiparación analítica de una y otra teoría alrededor de un interrogante ético-metodológico, a saber, el ejemplo paradigmático que ambas cajas de herramientas mantienen como objeto colonizable: Venus Xtravaganza drag queen en Butler y Agnès trans en Preciado” (p. 36).
Martín De Mauro Rucovsky organiza el ensayo Cuerpos en escena desde la noción de “puesta en escena” que se va manifestando en cuatro actos. El primero, “teatro y drama en Judith Butler”; el segundo, “escritos con el cuerpo o de qué están hechos los cuerpos”; el tercero, “mutilaciones, prótesis y cíborgs en Paul B. Preciado”, el cuarto, “¿los límites de la carne coinciden con los límites del cuerpo?”. Como el autor indica, a su vez, los actos se articulan alrededor de dos escenarios principales: uno butleriano (1º y 2º) y otro preciadiano (3º), con un cierre o bajada de telón donde se evalúan ambas escenificaciones a la luz de la crítica trans (4º).
Los actos están precedidos por una “Introducción” que con creatividad abre sentidos sobre las nociones de teatro, puesta en escena, teatro de operaciones, teatro anatómico y producción de la diferencia sexual. De esta manera, contextualiza la problemática epistemológica y política sobre las corporalidades como herencia de la representación médica del cuerpo en la modernidad. Igualmente, subraya la paradoja en la que nos encontramos ya que, por un lado, desde el giro lingüístico, cuerpo y lenguaje resultan objetos centrales de estudio, mientras que por otro lado, vivimos en el siglo XXI procesos de descorporización de la tecnología. En un sentido foucaultiano, el recorrido conceptual explora la ontología histórica de nuestro presente a partir de “un problema general con el cual el abordaje sobre los modos corporales se debe confrontar: bajo el precepto de «todo es discurso» o «todo es un texto», ¿qué pasa con el cuerpo?” (Mauro Rucovsky, 2016, p. 26).
Antecede, además, al desarrollo del texto un prólogo de Mauro Cabral que instala la clave de lectura hacia el aporte de la crítica trans sobre las temáticas de corporalidad, sexo y género; principalmente, orienta el cuestionamiento de la apelación a las identidades trans como objetos ejemplificadores de las teorías queer. Es decir, problematiza que tales identidades resulten colonizadas por los dispositivos conceptuales de Butler y de Preciado, ejemplos de una matriz teórica objetivante, que les expropia el cuerpo, la voz, la vida, los saberes y así vuelve invisible el privilegio cisexual.
Hecha esta sintética presentación, destacamos la claridad del relato que también brinda abundantes referencias para reponer las conexiones, los supuestos y las genealogías implícitas. En el abordaje de Judith Butler, rescata el punto de partida fenomenológico para el cual el cuerpo es situación y actuación, realidad material localizada dentro de un contexto cultural de sentido, vehículo de metas, ámbito del ejercicio de la capacidad de elección. En este sentido, subraya la exploración que realiza la autora del carácter productivo de la tensión dialéctica entre determinación, cultura y elección (p. 49). Posteriormente, considera la revisión que hace Butler del modelo teatral y fenomenológico contra el fondo de la tesis performativa y al hacerlo, critica el individualismo de la fenomenología. Aquí, Martín De Mauro reconstruye las fuentes utilizadas por Butler para teorizar la performatividad de género y superar tanto la dimensión fuertemente discursiva de su propuesta como las limitaciones de la fenomenología sartreana: la metáfora teatral (Bruce Wilshire), los estudios antropológicos rituales (Victor Turner, Esther Newton, Richard Schener, Erving Goffmann), el psicoanálisis (Joan Rivière), así como las visiones fenomenológicas de Simone de Beauvoir y Maurice Merleau-Ponty. Entonces el autor nos recuerda, citando a la propia Butler, que en su perspectiva los actores siempre están ya en el escenario (Mauro Rucovsky, 2016, p. 57).
De esta manera, plantea el pretendido diferendo con Preciado, quien acusa a Butler de incurrir en constructivismo, pero no se opone a la teoría performativa de género sino que la complementa. De Mauro muestra, con pertinencia, que Preciado omite antecedentes fenomenológicos de la performatividad butleriana, no considera en su crítica Cuerpos que importan ni Lenguaje, poder, identidad, a pesar de ser incluso el traductor al español de este libro. Igualmente, no toma en cuenta la noción de quiasmo con la que Butler complejiza la vinculación entre materialidad y lenguaje: “La relación entre habla y cuerpo es descrita por Butler, en disonancia con lo que podemos leer en Preciado, a partir de la figura retórica del quiasmo. Se trata de un vínculo de circularidad mutua o de una relación de copertenencia en el que cuerpo-materia se citan regularmente en la figura del otro” (Mauro Rucovsky, 2016, p. 111).
Si bien, entonces, una parte del diferendo entre l*s autor*s se debe a estas imprecisiones de Preciado, hay otra parte que se puede atribuir a la concepción que éste sostiene sobre el sujeto posorgánico. Para ello, el filósofo se basa en los antecedentes teóricos que abordan la tecnología en continuidad crítica con Foucault, como son los casos de Teresa de Lauretis, Bruno Latour, Donna Haraway, Karen Barad, que le permiten indagar la producción del cuerpo a partir de la carne. Esta genealogía hace posible la caracterización farmacopornográfica de la subjetividad contemporánea y el análisis de una conciencia performativa en la que las identidades emergentes se saben artificios. Pero para sostener esto, habría que aceptar la distinción entre cuerpos en y cuerpos fuera, de escena, inadmisible para Butler (Mauro Rucovsky, 2016, p. 174).
A partir del supuesto diferendo, Martín De Mauro logra relevar aportaciones específicas de Preciado, decisivas para lo que Butler denomina la topografía de la construcción del sexo. Por un lado, destaca un cambio de escala donde la tecnología se vuelve molecular y se pone en evidencia la metáfora informacional de la vida que expone la importancia de la explotación económica y tecnológica de la biología; por otro lado, señala el análisis de la emergencia de una subjetividad tóxica en la que se puede rastrear un retorno a las prácticas tecnosexuales para reivindicarlas como tecnodiscursivas (Mauro Rucovsky, 2016, p. 189).
Luego, desde una crítica trans que abreva en Jay Prosser, Mauro Cabral, Susan Striker, Sandy Stone y Blas Radi, se revisan ambas teorías, ya que el libro propone “desacreditar lo que Judith Butler y Paul B. Preciado han dicho, en todo caso para dejar claro el daño que nos han causado, página tras página” (Mauro Rucovsky, 2016, p. 158). Así, un especial aporte del recorrido que establece el autor es la puesta en evidencia de las maneras en que la transgeneridad y la transexualidad ocupan un lugar de privilegio conceptual: “Pareciera que la signatura trans cumple una doble función: de un lado, ocupa un rol desestabilizador en el interior del orden heteronormativo (de nuevo, estrategia que comparte con Butler) y, al mismo tiempo, la transexualidad resulta una identidad naturalizada más en el repertorio (esencialista) de identidades estabilizadas. De ahí que las identidades y corporalidades trans no cumplan con los estándares de radicalidad política cuir que Preciado esboza en sus escritos y a los que, sin embargo, no puede dejar de recurrir” (p. 186).
Martín De Mauro Rucovsky articula esta cuestión además con el hecho de que los escritos de amb*s autor*s carecen de localización específica y posicionamiento puntual, por lo que las reivindicaciones del conocimiento situado con que cuestionan y analizan otros relatos, se vuelven sobre sus propias producciones cual efecto bumerán (Mauro Rucovsky, 2016, p. 167). Pero de todos modos ante esta crítica Butler parecería caer mejor parada que Preciado. Este matiz surge del modo en que Paul B. Preciado se apropia de la historia clínica de Agnès como micro espacio de agenciamiento que inspira la producción de Testo Yonqui y así facilita la colectivización de la propia historia de Preciado quien de esa manera “funda una comunidad cisexual a su medida” (Mauro Rucovsky, 2016, p. 185).
Sirvan estas consideraciones de invitación a leer Cuerpos en escena, como estímulo en al menos dos sentidos. Uno, que contribuiría a “pensar la potencia que todavía puede haber en el discurso en torno a las corporalidades y las sexualidades” (Mauro Rucovsky, 2016, p. 36). Otro, que haría posible continuar el desafío de desconstruir el antropocentrismo.
Fecha
de recibido: 21 de noviembre de 2016
Fecha
de aceptado: 15 de diciembre de 2016
Fecha
de publicado: 20 de marzo de 2017
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